lunes, 15 de enero de 2018


Uno de los grandes descubrimientos de estos últimos años es lo relajante que es colorear libros de la misma forma que lo hacíamos de niños... Sin límites, sin ataduras.
Es un "boom" mundial lo de los cuadernos/ revistas para que pinten los adultos. Le adjudican infinidad de beneficios para la salud como el relax, la terapia de concentración, el aumento de no sé que célula gracias al desarrollo de la creatividad...
Personalmente los uso porque me encanta lo intrincado y detallista que son su dibujos.
Sin embargo, no me quedo con el diseño original, sino que los personalizo absolutamente, hasta el punto de utilizarlos casi como uno de mis cuadernos.
Este que estoy llevando ahora ( y que ya vieron algunas imágenes en un post anterior... si no lo recuerdan pinchen aquí) es sobre diseños de azulejos...

Y en esta loca manía de personalizar todo...

Comencé tímidamente...


...luego fui por más...


... y más...


... hasta el límite...


Siempre intento que mis post tengan algo de inspiración y, por qué no, un pequeño mensaje para quien lo lee (si es que alguien lo hace), en este caso es que no tienen que quedarse con los límites que les imponen este tipo de cuadernos. Somos libres de pintarlos como deseemos, con los colores que deseemos, con los materiales que nuestro bolsillo nos permita y, principalmente, dejando algo de creatividad, algo nuestro, en cada uno de ellos.
¡¡¡Seamos absolutamente creativos!!!
¡¡¡Seamos absolutamente libres!!!


2 comentarios:

  1. qué buena idea no limitarse a solo pintarlos!!!! Yo suelo hacerlo pero durante mucho tiempo, lo imaginaba pero no lo realizaba, no sé por qué solo, tal vez por temor a "arruinarlo" por suerte ya no me importa, hago otro y listo! Qué libro es el de los mosaicos?? me encanta!

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    1. Gracias por tu comentario!!!
      La idea de personalizar nuestros trabajos nos da una satisfacción doble: No sólo porque nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad al 100% sino también porque sentimos que algo nuestro queda realmente en el dibujo (no nos limitamos a repetir). Y el cuaderno de azulejos lo compré hace tiempo en un puesto de diarios y revistas.

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